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Fuente: ClarínEl Globo goza y toma aire
Le ganó el clásico a San Lorenzo por 3-0 con goles de Quintana, Quiroga y Diego Rodríguez -de penal-. Le sacó seis puntos a River en la tabla de los promedios y dejó al equipo de Ramón afuera de la pelea.
Los clásicos hay que ganarlos sin importar los medios ni las formas, dicen los más fanáticos. Pero cuando el dominio es abrumador y la ventaja marca una goleada, la satisfacción se multiplica. Por eso se pueden sentir felices los hinchas de Huracán, que en la tarde del Tomás A. Ducó festejaron un 3-0 sobre un muy tibio San Lorenzo.
En el comienzo del partido, San Lorenzo se convirtió en un gran insinuador. Porque intentó dominar el juego y se acercó con mucha timidez al arco de Gastón Monzón, pero nunca con la convicción para concretar el gol. Muy diferente fue lo de Huracán, que en la primera que tuvo pudo golpear.
Carlos Quintana, defensor de oficio y profesión hizo una de un delantero de área. Voló un centro desde la derecha, se la bajaron con la cabeza del lado izquierdo y tras aguantar la marca de Fernando Meza, sacó un zurdazo que se metió entre las piernas de Pablo Migliore. Sorpresa para todos, alegría para un Ducó colmado de hinchas del Globo, en su mayoría, y del Ciclón, en la medida que los organismos de seguridad lo permiten.
Ese gol debía haber sido una advertencia para un San Lorenzo que no parecía dejar la tibieza para ir por el empate. Es cierto, se adueñó de la pelota. Pero de no ser sólo por un intento de Juan Carlos Menseguéz que no llegó a empujar por muy poco Sebastián Balsas, bien se podría haber dicho que la ventaja comenzaba a justificarse.
Pero esa confirmación iba a ser cuestión de tiempo. Porque el comienzo del complemento fue pura y exclusivamente para el regocijo de los hinchas quemeros. Y un golpe letal para el equipo de Ramón Díaz, que jamás hubiese esperado un clara derrota en la previa de este clásico.
A los 5 de esta segunda etapa, Luciano Nieto tiró un centro desde la derecha, Quintana la bajó y Facundo Quiroga sacó una volea preciosa y letal para convertir el 2-0. Segundo gol de un defensor y segunda estaca en el corazón de un Ciclón desorientado. Tan desorientado, que casi recibe una tercera estocada por un tiro de Diego Rodríguez que se fue por muy poco.
San Lorenzo pasó a ser un manojo de nervios. Sino no se explica el penal que Gastón Aguirre le hizo a Luciano Nieto a los 24 minutos. Ya sin riesgo de gol, el defensor le puso la pierna al jugador de Huracán que ya se estaba yendo de la cancha. Bien por Pablo Lunati, que no dudó y marcó la pena máxima.
Fue el 3-0 del Globo, luego de que el árbitro hiciera patear de nuevo un penal que había atajado Pablo Migliore, con una gran tapada en el rebote. Diego Rodríguez, el encargado de patear y liquidar el marcador. Huracán, el dueño de la tarde y del clásico.
Los 20 minutos finales estuvieron para que San Lorenzo, por inercia, se mandara al ataque buscando el descuento. Claro, un descuento que nunca iba a llegar. Huracán le hizo pagar todos y cada uno de los errores que cometió en la defensa y en el ataque, que nunca pudo encontrar el toque justo para marcar. Esta vez, la fiesta fue sólo quemera.
Fuente: ESPNSin brillar y gracias a sus goleadores, Boca venció a HuracánBoca Juniors se deshizo con relativa facilidad de un muy débil Huracán, al que superó como local por 2 a 0, al cabo de noventa minutos de muy escasos atractivos futbolísticos.
Además del valor de los tres puntos, para el equipo de Claudio Borghi quedan algunos datos alentadores como por ejemplo el haber sostenido el cero en el arco propio, por primera vez en el torneo, y producciones individuales interesantes como las de Cristian Chávez y el chileno Gary Medel.
Pero queda claro que el rendimiento del equipo todavía está lejos de niveles meritorios, ya que en esta ocasión todo quedó limitado por la escasa oposición de Huracán.
Boca mantuvo en el primer tiempo amplia diferencia en cuanto a posesión de la pelota y jugó por mucho tiempo en campo rival, pero sin que esto signifique que haya tenido el control del partido, ya que le costó muchísimo encontrar profundidad y no tuvo coordinación en sus movimientos de ataque.
Huracán esperó con dos líneas de cuatro, trabajó bien el achique hacia adelante y contó con algunas posibilidades por derecha, a espaldas de Matías Giménez, en un amplio espacio que no cubría debidamente Juan Insaurralde.
Lo mejor de Boca fueron los primeros 10 minutos, lapso en el cual a los 4, tuvo una buena oportunidad a través de Damián Escudero, que remató desde muy buena posición, pero el zurdazo le salió recto hacia Gastón Monzón.
Las dos siguientes llegadas le correspondieron a Huracán. A los 17, cuando Rolando Zárate la cruzó de izquierda a derecha, para la llegada de César Montiglio, quien remató alto; y a los 31, por el mismo camino, aunque esta vez el que apareció sin marcas fue Angel Morales, pero el volante le pegó tan mal a la pelota, que salía por la línea lateral.
Boca recién volvió a inquietar a Monzón en el minuto 34, merced a un imprevisto remate de Gary Medel, desde muy lejos, la pelota cayó de golpe y obligó a un gran esfuerzo del arquero para enviar el balón al córner.
Cuando parecía que la primera mitad se iba sin goles, a los 43 Cristian Lucchetti hizo un saque de arco largo, Martín Palermo dominó de espaladas al área, luego de que la pelota le pegara casualmente en el brazo izquierdo, giró y sacó un perfecto zurdazo, alto, que superó a Monzón y puso a Boca en ventaja. Huracán comenzó el segundo tiempo con dos cambios y además varió de esquema, ya que paso a jugar con línea de tres en el fondo, con Luciano Nieto acompañando a Zárate en ataque, pero sin embargo la llegada le costó más aún que en la etapa inicial, ya que Boca, con el marcador favorable, le dejó menos espacios y cubrió bien su flanco izquierdo, el que antes había sido un problema.
Muchos minutos transcurrieron sin que se registraran acciones de riesgo para los arcos, hasta que en el minuto 20 Boca literalmente se encontró con el segundo gol. Chávez avanzó por izquierda, perdió ante los defensores. Filippetto y Quiroga se molestaron, este último realizó un rechazo defectuoso que se desvió en Chávez, y la pelota le quedó servida a Viatri, que remató para vencer a Monzón por segunda ocasión.
El partido quedo virtualmente definido porque estaba muy claro que el equipo de Miguel Brindisi no tenía argumentos para inquietar a Lucchetti y la diferencia pudo ser más amplia, y el tercer gol estuvo a punto de caer en el minuto 36, pero Monzón logró controlar el remate de Chávez, después de la mejor maniobra asociada de Boca en ofensiva.
Boca volvió a ganar, su gente festejó, y Borghi y los jugadores tendrán, nuevamente, una semana sin turbulencias, ideal para trabajar tranquilos en la búsqueda de un mejor rendimiento.
Con el último aliento, Huracán rescató un empate en Parque PatriciosCon gol de Soplan, en tiempo de descuento, los de Brindisi igualaron 1-1 frente a All Boys, que se había puesto en ventaja con el tanto de Ferrari; el conjunto de Floresta había jugado mejor a lo largo de todo el partido
Un empate con el último aliento sacó Huracán como local ante All Boys. Con gol de Soplan, a segundos para que finalice el encuentro, el equipo de Miguel Angel Brindisi igualó 1-1 frente a los de Floresta, que se habían puesto en ventaja con la definición de Ferrari. Así, el local rescató una igualdad cuando los de Romero habían jugado mejor a lo largo de los 90 minutos.
El defensor Jonathan Ferrari abrió el marcador en la tarde de Parque Patricios. Un tiro de esquina de Morales que desviaron en el primer palo, le quedó al lateral para empujar la pelota y abrir el marcador. Parecía que All Boys se iba con el triunfo, pero a segundos del final apareció Soplan para sellar el 1-1 final, para alegría del Globo.
A lo largo de los 90 minutos All Boys fue más que Huracán. Si bien no fue muy superior a su rival, el arquero Monzón salvó al Globo en varias oportunidades, y tras el gol, los locales casi no atacaron. En casi todo el partido les faltó mayor vocación ofensiva a los de Brindisi, que encima se quedaron sin Rolando Zárate, que salió lesionado. Huracán reaccionó tarde y pudo rescatar un empate, para no quedarse con las manos vacías.
La igualdad dejó a los dos comprometidos en la tabla de los promedios. Si bien ninguno de los dos quedó en zona de promoción, cada vez están más cerca de River y Gimnasia, los dos que ocupan esos puestos y que el lunes estarán jugando entre sí.
El panorama para Huracán es desalentador. Son cinco los partidos que lleva sin ganar, y la próxima semana deberá viajar a la Bombonera para enfrentar a Boca. Luego recibirá a San Lorenzo, y después viajará a Bahía Blanca para enfrentar a Olimpo. Otro récord negativo para el Globo es que en el campeonato aún no pudo ganar como local
Por su parte All Boys recibirá el próximo fin de semana, en Floresta, a Independiente, que mañana estará jugando el clásico de Avellaneda contra Racing.
Fuente: Página 12Llega afilado para el clásico
El equipo de Russo fue superior a partir del rápido gol de Hauche y luego justificó la victoria con una actuación convincente. José Luis Fernández y Gio Moreno, con un golazo, completaron el marcador, justo antes de la llegada de un golpeado Independiente.
Racing vivió otra fiesta en su cancha, antes del clásico ante Independiente de la próxima semana. Con ratos de muy buen fútbol, el equipo de Russo derrotó 3-0 a Huracán, que mostró una imagen muy pálida. Es cierto que el partido se le facilitó a partir del primer gol, pero luego Racing justificó de manera clara la diferencia.
La noche no pareció pintar tranquila para Racing. Los primeros minutos mostraron a un equipo impreciso y nervioso, que veía cómo el tibio Huracán le manejaba el balón. Sin embargo, el gol que consiguió Hauche cambió por completo el panorama. Toranzo aceleró un lateral y luego puso una gran asistencia para la llegada de Hauche, que le ganó a un marcador y definió cruzado ante la débil resistencia de Monzón.
A partir de ahí, Racing construyó una actuación destacada basada en tres puntales: Toranzo, con dinámica y precisión para atacar por la derecha; Gio Moreno, con toques de distinción para desequilibrar; y Hauche, movedizo y encarador ante una defensa muy lenta. Con esos argumentos, más el aporte del resto, que estaba a la altura de las circunstancias, el conjunto de Russo fue acumulando méritos para justificar la ventaja y luego aumentarla. Por eso no sorprendió que llegara al segundo tanto con una gran maniobra colectiva que arrancó con Toranzo por la derecha, siguió con una notable pared de Gio para que el ex Huracán mande un centro al segundo palo y terminó con un preciso cabezazo de pique de José Luis Fernández.
Obnubilado por la diferencia, Huracán aguantaba como podía. Por los dos costados era desbordado, en el medio no tenía contención y adelante pesaba muy poco. Por eso, los revolcones de Monzón eran su única herramienta para no sufrir más goles. Para su fortuna, Racing resolvió bajar la intensidad en la segunda mitad. Por eso, el equipo de Brindisi pudo manejar un poco más la pelota y adelantarse en el terreno de juego. Claro que eso no significó que la victoria de Racing corriera peligro, ya que la inoperancia de Huracán era alarmante.
Incluso, bastó que la Academia se decidiera un poco para que llegara el tercer gol. Tras una combinación entre Bieler y Hauche, la pelota le llegó a Gio, que con un lujo levantó la pelota para eliminar a Formica y luego definió de zurda ante la salida de Monzón. Fue el broche perfecto para una noche ideal de la Academia, justo antes del clásico.